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Es hora de mostrar los verdaderos colores de Europa

BOLOÑA – ¿En qué lugar de Europa es más factible ver la bandera de la Unión Europea flameando con orgullo en casas y edificios privados? La respuesta es obvia, aunque extraña: en el Reino Unido, y lo hacen ciudadanos amedrentados por la idea del Brexit. ¿Es realmente necesario perder algo que amamos –y necesitamos- antes de realmente empezar a valorarlo?

Creemos que, como una señal de nuestra identidad europea común, los ciudadanos de la UE, desde el 21 de marzo, deberíamos desplegar el estandarte de la Unión. Frente al desafío planteado por nacionalistas y populistas de cara a las elecciones del Parlamento Europeo en mayo, defender los valores fundamentales de Europa nunca ha sido más importante. Hacer flamear la bandera de la UE en nuestros hogares y oficinas puede enviar una señal innegable de que la Unión no será vaciada por sus enemigos, de adentro o de afuera.

En una era de creciente incertidumbre, frustración y ofuscación ante nuestro destino común, son demasiados los europeos que parecen olvidar la larga historia de dislocación y guerra que antecedió a la creación de la UE, y el período sin precedentes de paz y prosperidad que hemos alcanzado desde los años 1950. Durante 70 años, las instituciones compartidas de Europa han apuntalado el mercado común, el euro y la vigorosa expansión de los derechos individuales bajo la protección del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

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