Palmyra Louai Beshara/Getty Images

La política del historicidio

NUEVA YORK – En un mundo en desorden, Oriente Medio se destaca. El orden posterior a la Primera Guerra Mundial se está deshilachando en gran parte de la región. El pueblo de Siria, Irak, Yemen y Libia ha pago un precio enorme.

Sin embargo, no es sólo el presente y el futuro de la región lo que se vio afectado. Una víctima adicional de la violencia de hoy es el pasado.

El Estado Islámico (ES) se propuso destruir cosas que no considera lo suficientemente islámicas. El ejemplo más dramático fue el magnífico Templo de Baal en Palmira, Siria. Mientras escribo este texto, la ciudad de Mosul en el norte de Irak está siendo liberada, después de más de dos años de control del ES. Esta liberación no llega lo suficientemente pronto como para salvar las muchas esculturas ya destruidas, las bibliotecas quemadas y las tumbas saqueadas. 

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