Banca D'italia in Milan Marka/Getty Images

El círculo vicioso fatal en reversa

BRUSELAS – Durante la crisis del euro de los años 2011-2012, el ámbito monetario se sumió en un “círculo vicioso fatal”, que llevó a que los bancos débiles en los países con dificultades financieras racionarán el crédito, provocando una recesión que intensificó la presión ejercida sobre las finanzas gubernamentales, mismas que ya estaban agobiadas por la necesidad de cubrir las pérdidas de los bancos. Sin embargo, dichas espirales que se refuerzan a sí mismas también pueden operar en la dirección opuesta. La comprensión de estas dinámicas puede ser la clave para determinar la fortaleza relativa que tiene la eurozona en la actualidad.

En un círculo vicioso fatal, las expectativas de moratoria empujan a las primas de riesgo al alza, hasta que la economía llega al borde del colapso, incluso cuando se pueden gestionar los problemas subyacentes a lo largo del tiempo. En un momento determinado, cuando el abismo entre el pesimismo del mercado financiero y la realidad económica se torna demasiado grande, el mercado está listo para una reversión de su curso.

Este fue el caso de la eurozona durante el verano del año 2012. El compromiso del Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, de hacer “lo que sea necesario” para evitar que el euro se desintegre tranquilizó a los mercados de una manera muy efectiva, debido a que los temores en gran parte se basaban, parafraseando  al presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, en “el temor en sí mismo”.

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