krebs1_TOBIAS SCHWARZAFP via Getty Images_minimum wage germany TOBIAS SCHWARZ/AFP via Getty Images

Una ley de reducción de la inflación de Estados Unidos para Europa

MANNHEIM – La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) recientemente sancionada en Estados Unidos, que incluye cientos de miles de millones de dólares en subsidios federales para tecnologías verdes y energías renovables, marca un giro muy esperado en la política climática norteamericana. Pero si bien la decisión de Estados Unidos de sumarse a la lucha global contra el cambio climático ha sido bien recibida en la Unión Europea, algunos líderes han expresado preocupación de que el proyecto de ley se centre demasiado en la producción doméstica y que pueda discriminar contra empresas radicadas en la UE.

En un documento normativo reciente, sostengo que Europa no debería rechazar la nueva estrategia norteamericana en materia de política climática. Por el contrario, los países europeos deberían valorarla y desarrollar una versión propia mejor.  

Una razón por la que los europeos deberían acoger la IRA es porque va más allá de la estrategia un tanto simplista de cara al cambio climático que suele dominar las discusiones sobre políticas. La estrategia actual de la UE, ejemplificada en su iniciativa Objetivo 55, adhiere a un paradigma basado en el mercado que depende de la tarificación del carbono para garantizar una autorregulación por parte de los emisores. La IRA, en cambio, supone que un gobierno previsor puede acelerar la transición a una economía verde a través de subsidios de inversión selectiva para la gente y las empresas. Asimismo, la IRA tiene un claro sesgo a favor de los trabajadores, que se centra en el empleo doméstico y en intentar impulsar los salarios condicionando algunos créditos fiscales al compromiso de las empresas de pagar los salarios vigentes.

https://prosyn.org/0qUwTries