MADRID – El conjunto de instituciones creadas tras la Segunda guerra mundial vienen sustentando el orden internacional. Cuestionadas frecuentemente, estas entidades han demostrado ser altamente resilientes. Lo que no significa que sean invulnerables. Por el contrario, su efectividad puede erosionarse gradualmente –en especial, cuando se las utiliza como instrumentos geopolíticos en pugnas que se ubican más allá de su ámbito de actuación.
La investigación académica ha escudriñado hasta la saciedad los factores que fomentan la robustez institucional, y aquellos que inciden en el fracaso institucional. Un mensaje clave –que mi propia experiencia en el Banco Mundial y en la Unión Europea confirma- es que las instituciones prosperan cuando hay confianza. No sorprende entonces que el entramado del orden internacional esté en riesgo.
La administración del ex presidente norteamericano Donald Trump puso de relieve el déficit de confianza institucional. En apenas cuatro años, Trump redujo sustancialmente la financiación americana a varias agencias de las Naciones Unidas, se desvinculó de diferentes acuerdos multilaterales, paralizó la Organización Mundial de Comercio y retiró a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud.
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Given this summer's climate-driven disasters, one might think that the European political system would be devising comprehensive adaptation plans. But, despite some steps in the right direction, Europeans are only just waking up to the constitutional implications of a changing physical environment.
thinks a changing climate will force the European Union finally to embrace its political nature.
MADRID – El conjunto de instituciones creadas tras la Segunda guerra mundial vienen sustentando el orden internacional. Cuestionadas frecuentemente, estas entidades han demostrado ser altamente resilientes. Lo que no significa que sean invulnerables. Por el contrario, su efectividad puede erosionarse gradualmente –en especial, cuando se las utiliza como instrumentos geopolíticos en pugnas que se ubican más allá de su ámbito de actuación.
La investigación académica ha escudriñado hasta la saciedad los factores que fomentan la robustez institucional, y aquellos que inciden en el fracaso institucional. Un mensaje clave –que mi propia experiencia en el Banco Mundial y en la Unión Europea confirma- es que las instituciones prosperan cuando hay confianza. No sorprende entonces que el entramado del orden internacional esté en riesgo.
La administración del ex presidente norteamericano Donald Trump puso de relieve el déficit de confianza institucional. En apenas cuatro años, Trump redujo sustancialmente la financiación americana a varias agencias de las Naciones Unidas, se desvinculó de diferentes acuerdos multilaterales, paralizó la Organización Mundial de Comercio y retiró a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud.
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