NUEVA YORK – Una vez más los Estados Unidos tendrán un gobierno dividido en el que los demócratas controlan la Casa Blanca, y los republicanos son mayoría en las dos cámaras del Congreso. Sin embargo, esto no quiere decir necesariamente que los dos últimos años de la presidencia de Barack Obama tengan que estar marcados por la paralización y las recriminaciones mutuas.
El deseo de cambio de los votantes y el temor a que continúe el crecimiento lento, que desembocaron en la victoria de los republicanos en las elecciones intermedias del Congreso de esta semana, sin duda propiciarán una discusión sobre nuevas opciones de política diseñadas para incrementar el crecimiento, el empleo y los ingresos. Por supuesto, la experiencia de los Estados Unidos con un gobierno dividido puede crear pesimismo en el público sobre la capacidad de los dos partidos de llegar a un acuerdo. No obstante, como México demostró hace poco cuando sus tres partidos principales acordaron el “Pacto por México,” orientado al mercado, incluso los partidos políticos más encarnizadamente opuestos pueden superar sus diferencias para adoptar reformas que son necesarias.
Es larga la lista de medidas políticas potenciales que podrían beneficiar a los Estados Unidos –la liberalización comercial, una amplia reforma regulatoria, así como reformas educativas y migratorias, entre otras. Sin embargo, solo dos políticas son prometedoras en particular para un probable “Pacto por los Estados Unidos”: el gasto federal en infraestructura y la reforma del impuesto sobre sociedades. La promulgación de estas dos reformas generaría ventajas para cada parte –y para las dos en conjunto.
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China’s exceptional growth in recent decades has influenced the education and career choices of young people and their families. But now that high-skilled jobs are drying up and recent graduates are struggling to find work, there is a growing mismatch between expectations and new realities.
argues that the rise in joblessness among young people does not spell economic apocalypse for China.
Since 1960, only a few countries in Latin America have narrowed the gap between their per capita income and that of the United States, while most of the region has lagged far behind. Making up for lost ground will require a coordinated effort, involving both technocratic tinkering and bold political leadership.
explain what it will take finally to achieve economic convergence with advanced economies.
NUEVA YORK – Una vez más los Estados Unidos tendrán un gobierno dividido en el que los demócratas controlan la Casa Blanca, y los republicanos son mayoría en las dos cámaras del Congreso. Sin embargo, esto no quiere decir necesariamente que los dos últimos años de la presidencia de Barack Obama tengan que estar marcados por la paralización y las recriminaciones mutuas.
El deseo de cambio de los votantes y el temor a que continúe el crecimiento lento, que desembocaron en la victoria de los republicanos en las elecciones intermedias del Congreso de esta semana, sin duda propiciarán una discusión sobre nuevas opciones de política diseñadas para incrementar el crecimiento, el empleo y los ingresos. Por supuesto, la experiencia de los Estados Unidos con un gobierno dividido puede crear pesimismo en el público sobre la capacidad de los dos partidos de llegar a un acuerdo. No obstante, como México demostró hace poco cuando sus tres partidos principales acordaron el “Pacto por México,” orientado al mercado, incluso los partidos políticos más encarnizadamente opuestos pueden superar sus diferencias para adoptar reformas que son necesarias.
Es larga la lista de medidas políticas potenciales que podrían beneficiar a los Estados Unidos –la liberalización comercial, una amplia reforma regulatoria, así como reformas educativas y migratorias, entre otras. Sin embargo, solo dos políticas son prometedoras en particular para un probable “Pacto por los Estados Unidos”: el gasto federal en infraestructura y la reforma del impuesto sobre sociedades. La promulgación de estas dos reformas generaría ventajas para cada parte –y para las dos en conjunto.
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