khrushcheva122_Melina MaraThe Washington Post via Getty Images_alexandervindmantrial Melina Mara/The Washington Post via Getty Images

De Dreyfus a Donald

NUEVA YORK – Después de haber huido del país para eludir el castigo por una condena por abuso sexual en 1977, el cineasta franco-polaco Roman Polanski sigue siendo un paria en Estados Unidos. Pero eso no impide que pueda ofrecer una buena lectura del lugar. Su último filme, El oficial y el espía, capta magistralmente la atmósfera febril de un país consumido por las mentiras y las conspiraciones, liderado por demagogos incendiarios y traicionado por elites sumisas que tienen demasiado miedo de hablar en defensa de los valores nacionales.

Esta descripción se aplica a los Estados Unidos del presidente Donald Trump así como a la ambientación del filme de Polanski: Francia durante el período de la Belle Époque, cuando la Torre Eiffel todavía era nueva y los post-impresionistas dominaban la escena. Esa Francia, como los Estados Unidos hoy, era el centro cultural indiscutible del mundo. Pero, por supuesto, también tenía un lado oscuro.

En la película, Polanski exhuma la historia sórdida del Caso Dreyfus, cuando la histeria y el antisemitismo lumpen consumían a Francia luego de la condena en 1894 de Alfred Dreyfus, un capitán del ejército de origen judío, por cargos de traición. En el relato de Polanski, el espectador no obtiene sólo una lección de historia sino también un análisis profundo de la psicología masiva de una sociedad que se está desgarrando.

https://prosyn.org/cIQ7GBfes