ROMA – Las huellas digitales del presidente ruso, Vladimir Putin, parecen estar por todas partes en los recientes desenlaces políticos que culminaron con la renuncia de Mario Draghi como primer ministro de Italia.
Luego de la invasión de Ucrania por parte de Rusia a fines de febrero, Draghi respondió decisivamente respaldando fuertes sanciones contra Rusia y ofreciendo respaldo político, financiero y militar a Ucrania. Pero ambas acciones exigieron superar la resistencia de los partidos populistas al interior de su propia coalición de gobierno de unidad nacional: el Movimiento 5 Estrellas, liderado por el ex primer ministro Giuseppe Conte, y el partido Liga de Matteo Salvini. Y a medida que se prolongó la guerra, el contraataque de estas dos fuerzas pro-Putin creció.
La embajada rusa en Roma, que presumiblemente detectó una oportunidad, ha venido cortejando a Salvini desde hace meses, consiguiéndole inclusive un billete de avión a Moscú para una “misión de paz” en mayo pasado (sobre la que ni se preocupó de informar a Draghi). Si bien este viaje fue cancelado a último momento luego de una protesta pública clamorosa, Salvini había cenado con el embajador ruso a comienzos de marzo, justo una semana después de la invasión de Rusia.
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With surging inflation and a new war in Europe, the first half of 2022 was understandably gloomy for economies and financial markets around the world. But recent developments offer some hope that the prevailing pessimism may no longer be as warranted as it was a few months ago.
gives four reasons for questioning whether economic forecasters' current pessimism is still justified.
ROMA – Las huellas digitales del presidente ruso, Vladimir Putin, parecen estar por todas partes en los recientes desenlaces políticos que culminaron con la renuncia de Mario Draghi como primer ministro de Italia.
Luego de la invasión de Ucrania por parte de Rusia a fines de febrero, Draghi respondió decisivamente respaldando fuertes sanciones contra Rusia y ofreciendo respaldo político, financiero y militar a Ucrania. Pero ambas acciones exigieron superar la resistencia de los partidos populistas al interior de su propia coalición de gobierno de unidad nacional: el Movimiento 5 Estrellas, liderado por el ex primer ministro Giuseppe Conte, y el partido Liga de Matteo Salvini. Y a medida que se prolongó la guerra, el contraataque de estas dos fuerzas pro-Putin creció.
La embajada rusa en Roma, que presumiblemente detectó una oportunidad, ha venido cortejando a Salvini desde hace meses, consiguiéndole inclusive un billete de avión a Moscú para una “misión de paz” en mayo pasado (sobre la que ni se preocupó de informar a Draghi). Si bien este viaje fue cancelado a último momento luego de una protesta pública clamorosa, Salvini había cenado con el embajador ruso a comienzos de marzo, justo una semana después de la invasión de Rusia.
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