pei69_ Thomas Peter-PoolGetty Images_trump xi Thomas Peter/Pool/Getty Images

¿Un regalo electoral de Trump para China?

CLAREMONT, CALIFORNIA – Al menos para China, el presidente de EE. UU. Donald Trump es un regalo que le sigue dando satisfacciones. Su calamitosa respuesta a la pandemia de la COVID-19 dejó a China, cuyo gobierno gestionó mal el brote inicial en enero de este año, como un ejemplo de gobernanza eficaz. Además, la política de Trump de «América primero» alienó a los aliados tradicionales estadounidenses y dificultó la creación de una coalición amplia para hacer frente a China.

Ciertamente, Trump asestó duros golpes al presidente chino Xi Jinping: sus guerras comerciales y tecnológicas están demoliendo las relaciones comerciales entre EE. UU. y China, y el apoyo de su gobierno a Taiwán enfureció a los líderes chinos. Pero, mientras los votantes estadounidenses se preparan para concurrir a las urnas el 3 de noviembre, parece que Trump tiene un regalo más para Xi: una debacle electoral.

Durante el período previo a este referendo sobre su presidencia, Trump se rehusó reiteradamente a comprometerse inequívocamente a aceptar el resultado. Usó el púlpito presidencial para intentar deslegitimar el voto por correo, e incluso dio señales de que la Corte Suprema estadounidense —ahora con una mayoría conservadora de 6 a 3 después de que el Senado confirmara el 26 de octubre a Amy Coney Barrett, la candidata que Trump presentó recientemente— intervendría y podría otorgarle un segundo período.

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