WASHINGTON, DC – La COVID-19 puso a prueba la capacidad de los gobiernos para brindar ayuda financiera y otros tipos de asistencia a las personas vulnerables. Aunque 200 países y territorios han planeado o implementado medidas de protección social en respuesta a la pandemia, muchos gobiernos tuvieron dificultades para identificar a los trabajadores informales que no estaban cubiertos por los programas de asistencia o seguridad social disponibles para los empleados del sector formal. Las normas de distanciamiento social y las cuarentenas complicaron aún más la tarea de ayudar a quienes lo necesitan.
Pero en algunos países los sistemas de identidad digital permitieron que las autoridades identificaran en forma confiable y remota a las poblaciones, e hicieran transferencias en efectivo de emergencia a los grupos vulnerables como mujeres y niñas, personas pobres, trabajadores informales e inmigrantes, habitantes de áreas remotas y refugiados.
Por ejemplo, un sistema de identidad digital permitió a Chile preinscribir rápidamente a millones de nuevos beneficiarios a los programas de asistencia social y que la gente pudiera verificar en línea su situación y, en caso necesario, solicitar cambios. En Tailandia, donde más de 28 millones de personas solicitaron un nuevo beneficio para los trabajadores informales afectados por la pandemia, el gobierno pudo detectar y separar a quienes recibirían la asistencia a través de otros planes. Y recientemente las autoridades indias lograron efectuar pagos rápidamente a más de 200 millones de mujeres a través de un programa de inclusión financiera, gracias a mejoras en los procesos que incluyeron la vinculación de las cuentas de cada persona con su identificación digital.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
The banking system we take for granted is unfixable. The good news is that we no longer need to rely on any private, rent-seeking, socially destabilizing network of banks, at least not the way we have so far.
shows why the current private system is unfixable – and why we don’t need to tolerate it anymore.
Like Vladimir Putin, China's leader is so steeped in a narrative of victimhood and fearful of appearing weak that it is hard to imagine him ever leading China out of the mess he has created. He could well be remembered as the leader who squandered history's most remarkable economic success story.
about the country's increasingly worrisome trajectory, both at home and abroad.
Artificial IdiocyFrank Rumpenhorst/picture alliance via Getty Images
WASHINGTON, DC – La COVID-19 puso a prueba la capacidad de los gobiernos para brindar ayuda financiera y otros tipos de asistencia a las personas vulnerables. Aunque 200 países y territorios han planeado o implementado medidas de protección social en respuesta a la pandemia, muchos gobiernos tuvieron dificultades para identificar a los trabajadores informales que no estaban cubiertos por los programas de asistencia o seguridad social disponibles para los empleados del sector formal. Las normas de distanciamiento social y las cuarentenas complicaron aún más la tarea de ayudar a quienes lo necesitan.
Pero en algunos países los sistemas de identidad digital permitieron que las autoridades identificaran en forma confiable y remota a las poblaciones, e hicieran transferencias en efectivo de emergencia a los grupos vulnerables como mujeres y niñas, personas pobres, trabajadores informales e inmigrantes, habitantes de áreas remotas y refugiados.
Por ejemplo, un sistema de identidad digital permitió a Chile preinscribir rápidamente a millones de nuevos beneficiarios a los programas de asistencia social y que la gente pudiera verificar en línea su situación y, en caso necesario, solicitar cambios. En Tailandia, donde más de 28 millones de personas solicitaron un nuevo beneficio para los trabajadores informales afectados por la pandemia, el gobierno pudo detectar y separar a quienes recibirían la asistencia a través de otros planes. Y recientemente las autoridades indias lograron efectuar pagos rápidamente a más de 200 millones de mujeres a través de un programa de inclusión financiera, gracias a mejoras en los procesos que incluyeron la vinculación de las cuentas de cada persona con su identificación digital.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in