birdsall6_Drew AngererGetty Images_USprotest Drew Angerer/Getty Images

¡Ciudadanos del mundo, volved a uniros!

WASHINGTON, DC – La pandemia del coronavirus ha lanzado al planeta a un peligroso estado de desequilibrio en que los cantos de sirena del nacionalismo populista y la clara y urgente necesidad de cooperar globalmente y adoptar acciones colectivas se encuentran trabadas en un combate a muerte. Por desgracia, hasta ahora parece estar ganando el nacionalismo. Pero los ciudadanos con vocación global de todo el planeta pueden, y deben, responder de vuelta, comenzando por los Estados Unidos.

En las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos desempeñó el papel de potencia hegemónica global (principalmente) benévola. Su supremacía económica y militar generó en la nación un claro interés por establecer y mantener las reglas de la cooperación y la acción colectiva internacional. Por eso, EE.UU. tuvo un papel prominente en la creación de instituciones como las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Internacional del Comercio (anteriormente denominada Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio).

Pero ahora que el poder y la influencia estadounidenses se están debilitando, al menos en comparación con China, la administración del Presidente Donald Trump se ha replegado a una actitud aislacionista. Con muy pocas reacciones políticas adversas en el frente interno, Trump ha impulsado drásticas medidas contra la inmigración, ha generado una guerra comercial con China y se ha negado a colaborar con sus aliados del G7 y el G20 para dar respuesta al declive económico producido por la pandemia.

https://prosyn.org/ZaXQLMDes