US President-elect Joe Biden may have promised a “return to normalcy,” but the truth is that there is no going back. The world is changing in fundamental ways, and the actions the world takes in the next few years will be critical to lay the groundwork for a sustainable, secure, and prosperous future.
For more than 25 years, Project Syndicate has been guided by a simple credo: All people deserve access to a broad range of views by the world’s foremost leaders and thinkers on the issues, events, and forces shaping their lives. At a time of unprecedented uncertainty, that mission is more important than ever – and we remain committed to fulfilling it.
But there is no doubt that we, like so many other media organizations nowadays, are under growing strain. If you are in a position to support us, please subscribe now.
As a subscriber, you will enjoy unlimited access to our On Point suite of long reads and book reviews, Say More contributor interviews, The Year Ahead magazine, the full PS archive, and much more. You will also directly support our mission of delivering the highest-quality commentary on the world's most pressing issues to as wide an audience as possible.
By helping us to build a truly open world of ideas, every PS subscriber makes a real difference. Thank you.
BERLÍN – En diciembre, los líderes mundiales se reunirán en París para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, donde conseguirán sacar adelante un acuerdo integral para reducir las emisiones de carbono y frenar el calentamiento global. En el período previo a esa reunión, los gobiernos de todo el mundo deberían observar un dato crítico pero que muchas veces se pasa por alto: el mayor generador de degradación ambiental y agotamiento de recursos hoy es nuestra dienta cambiante -una dieta que tampoco conduce particularmente a una vida saludable.
En las últimas décadas, los crecientes ingresos han catalizado un cambio importante en los hábitos alimenticios de la gente. La carne, en particular, se volvió un componente cada vez más importante en las dietas de las personas. Como criar y transportar ganado requiere de más alimentos, tierra, agua y energía que cultivar plantas, una mayor demanda de carne agota los recursos naturales, ejerce presión sobre los sistemas de producción de alimentos, daña los ecosistemas y propicia el cambio climático.
La producción de carne requiere una cantidad de agua unas diez veces mayor que las calorías y proteínas de origen vegetal. Un kilo de carne vacuna, por ejemplo, requiere 15.415 litros de agua. También es una manera ineficiente de generar alimentos; se necesitan hasta 30 calorías de cultivos para producir una caloría de carne.
We hope you're enjoying Project Syndicate.
To continue reading, subscribe now.
Subscribe
orRegister for FREE to access two premium articles per month.
Register
Already have an account? Log in