For more than 25 years, Project Syndicate has been guided by a simple credo: All people deserve access to a broad range of views by the world's foremost leaders and thinkers on the issues, events, and forces shaping their lives. At a time of unprecedented uncertainty, that mission is more important than ever – and we remain committed to fulfilling it.
But there is no doubt that we, like so many other media organizations nowadays, are under growing strain. If you are in a position to support us, please subscribe now.
As a subscriber, you will enjoy unlimited access to our On Point suite of long reads, book reviews, and insider interviews; Big Picture topical collections; Say More contributor interviews; Opinion Has It podcast features; The Year Ahead magazine, the full PS archive, and much more. You will also directly support our mission of delivering the highest-quality commentary on the world's most pressing issues to as wide an audience as possible.
By helping us to build a truly open world of ideas, every PS subscriber makes a real difference. Thank you.
LONDRES – El año 2016 termina con pronósticos ligeramente más altos con respecto al crecimiento y la inflación a nivel mundial. En parte, ellos reflejan las expectativas de un gran nuevo estímulo fiscal en Estados Unidos bajo la administración del presidente Donald Trump. Pero, es de igual importancia el poderío de la economía de China, con su boyante producción industrial que impulsa un fuerte aumento en los precios de las materias primas a nivel mundial.
Esa fortaleza ha confundido las expectativas sobre que el auge del crédito de siete años de duración de China, durante el cual la relación deuda/PIB de China aumentó del 150% al 250%, terminaría inevitablemente en el año 2016. Algunos inversores occidentales pronosticaron una crisis bancaria debido a enormes deudas incobrables; otros esperaban que el Presidente Xi Jinping, al haber ya consolidado su posición política, fuese a introducir reformas económicas estructurales. Pero casi todos los economistas no chinos esperaban una importante desaceleración, que iría a intensificar las presiones deflacionarias a nivel mundial.
De hecho, ha sucedido todo lo contrario. Los préstamos adquiridos por el gobierno central y los gobiernos locales se dispararon: el crédito bancario y de los bancos en las sombras ha crecido rápidamente, y el Banco Popular de China (BPC) ha otorgado cada vez más préstamos directos a bancos de propiedad estatal en una maniobra que se parece mucho a la financiación monetaria del gasto público.
We hope you're enjoying Project Syndicate.
To continue reading, subscribe now.
Subscribe
orRegister for FREE to access two premium articles per month.
Register
Already have an account? Log in