Beijing – El cambio climático es un desafío serio para la humanidad y el desarrollo sostenible, que exige tanto respuestas proactivas como un esfuerzo concertado por parte de la comunidad internacional.
Para China es muy importante hacer frente al cambio climático. En 2007, estableció el Grupo Nacional Líder sobre Cambio Climático (NLGCC, tal su sigla en inglés), encabezado por el premier Wen Jiabao. Ese mismo año, China emitió su Programa Nacional sobre Cambio Climático , el primero generado por un país en desarrollo.
En su Programa Nacional sobre Cambio Climático , China planteó el objetivo de reducir su consumo energético por unidad del PBI en 20% aproximadamente del nivel de 2005 para 2010 y, en su Plan de Mediano y Largo Plazo para el Desarrollo de Energía Renovable , China también plantea el objetivo de aumentar la proporción de energía renovable en la mezcla energética primaria a 10% para 2010, y a 15% para 2020.
Para alcanzar estos objetivos, China adoptó una serie de políticas y medidas efectivas, que le permitieron lograr un progreso destacable. En primer lugar, China pudo reducir su consumo energético por unidad del PBI en 1,79%, 4,04% y 4,59% respectivamente para 2006, 2007 y 2008, lo que sugiere claramente la perspectiva de alcanzar el objetivo del 20% para 2010.
En segundo lugar, entre 2006 y 2008, China cerró unidades pequeñas de generación eléctrica termal con una capacidad total instalada de 34,21 GW, redujo progresivamente 60,59 millones de toneladas de capacidad de fabricación de acero atrasada, 43,47 millones de toneladas de capacidad de fundición de hierro y 140 millones de toneladas de capacidad de producción de cemento. Todas estas medidas redujeron la contaminación considerablemente.
En tercer lugar, entre 2000 y 2008, China aumentó su capacidad de generación de energía eólica de 340 MW a 10GW, de energía hidráulica de 79,35GW a 163GW y de energía nuclear de 2,1GW a 9,1G.W. También ha hecho grandes esfuerzos para reducir las emisiones de gases de tipo invernadero, agrícolas y rurales. De hecho, para fines de 2007, más de 26,5 millones de hogares rurales utilizaban digestores de biogás hogareños, evitando así 44 millones de toneladas de emisiones de CO2.
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En cuarto lugar, China aumentó sus reservorios de carbono al promover la reforestación. La tasa de cobertura forestal de China aumentó del 12% a principios de los años 1980 al 18,21% hoy.
Para este año, China completará la formulación de programas provinciales para el cambio climático en todo el país, promoviendo la implementación efectiva del Programa Nacional sobre Cambio Climático .
Asimismo, en el paquete de estímulo económico de China, se asignaron 210.000 millones de yuanes a proyectos de conservación energética, reducción de agentes contaminantes y protección del ecosistema, 370.000 millones de yuanes al ajuste estructural económico y a la renovación tecnológica, y 400.000 millones de yuanes a nuevas viviendas eficientes en el consumo de energía, ya que utilizarán materiales que no son nocivos para el medio ambiente. Además, se utilizarán 370.000 millones de yuanes para mejorar los estándares de vida rurales de una manera ambientalmente sólida y sostenible.
China está haciendo enormes esfuerzos para combatir el cambio climático a pesar del hecho de que sigue siendo un país en desarrollo de bajos ingresos con un PBI per capita de apenas 3.000 dólares aproximadamente. Por cierto, según los patrones de las Naciones Unidas, China todavía tiene 150 millones de personas que viven en la pobreza. China no tiene otra opción que favorecer el desarrollo sustentable para poder satisfacer las necesidades básicas de su pueblo y erradicar la pobreza. En este proceso, se garantiza al mundo que China hará todos los esfuerzos para hacer frente al cambio climático.
La comunidad internacional tiene grandes expectativas de que se alcance un resultado positivo en Copenhague. Según la visión de China, la clave para el éxito en Copenhague reside en llevar a cabo la implementación plena, efectiva y sostenida de la Convención y su Protocolo de Kyoto (PK). Los países desarrollados que participan en el PK, colectivamente, deben reducir sus emisiones de gases de tipo invernadero en por lo menos 25-40% por debajo de su nivel de 1990 para 2020.
En el caso de los países desarrollados que no integran el PK, deberían asumir compromisos comparables con objetivos cuantificados de reducción de las emisiones. Los países desarrollados también deberían cumplir con sus obligaciones planteadas por la Convención de proporcionar respaldo financiero y transferencia de tecnología de modo de permitir que los países en desarrollo hagan frente de manera efectiva al cambio climático.
Por otra parte, deberían establecerse mecanismos apropiados y acuerdos institucionales para la adaptación, el respaldo financiero y la transferencia de tecnología. Los países en desarrollo, en el contexto de un desarrollo sostenible y con un respaldo mensurable, declarable y verificable en términos de financiamiento, tecnología e incremento de la capacidad, deberían emprender acciones de mitigación apropiadas a nivel nacional.
La crisis financiera global, sin lugar a duda, ha exacerbado el desafío del cambio climático. Pero como el cambio climático es un desafío más serio y de mucho mayor alcance, el mundo no debe vacilar en su determinación y compromiso de resolverlo. De hecho, la crisis financiera internacional, si se la resuelve correctamente, también debe transformarse en una oportunidad para alcanzar una solución positiva tanto para la protección del clima como para el desarrollo económico.
Con un profundo sentido de la responsabilidad por su propio pueblo y por toda la raza humana, China continuará implementando políticas y medidas proactivas para hacer frente al cambio climático, así como realizando esfuerzos incesantes para la protección del sistema de la Tierra.
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In the United States and Europe, immigration tends to divide people into opposing camps: those who claim that newcomers undermine economic opportunity and security for locals, and those who argue that welcoming migrants and refugees is a moral and economic imperative. How should one make sense of a debate that is often based on motivated reasoning, with emotion and underlying biases affecting the selection and interpretation of evidence?
To maintain its position as a global rule-maker and avoid becoming a rule-taker, the United States must use the coming year to promote clarity and confidence in the digital-asset market. The US faces three potential paths to maintaining its competitive edge in crypto: regulation, legislation, and designation.
urges policymakers to take decisive action and set new rules for the industry in 2024.
The World Trade Organization’s most recent ministerial conference concluded with a few positive outcomes demonstrating that meaningful change is possible, though there were some disappointments. A successful agenda of reforms will require more members – particularly emerging markets and developing economies – to take the lead.
writes that meaningful change will come only when members other than the US help steer the organization.
Beijing – El cambio climático es un desafío serio para la humanidad y el desarrollo sostenible, que exige tanto respuestas proactivas como un esfuerzo concertado por parte de la comunidad internacional.
Para China es muy importante hacer frente al cambio climático. En 2007, estableció el Grupo Nacional Líder sobre Cambio Climático (NLGCC, tal su sigla en inglés), encabezado por el premier Wen Jiabao. Ese mismo año, China emitió su Programa Nacional sobre Cambio Climático , el primero generado por un país en desarrollo.
En su Programa Nacional sobre Cambio Climático , China planteó el objetivo de reducir su consumo energético por unidad del PBI en 20% aproximadamente del nivel de 2005 para 2010 y, en su Plan de Mediano y Largo Plazo para el Desarrollo de Energía Renovable , China también plantea el objetivo de aumentar la proporción de energía renovable en la mezcla energética primaria a 10% para 2010, y a 15% para 2020.
Para alcanzar estos objetivos, China adoptó una serie de políticas y medidas efectivas, que le permitieron lograr un progreso destacable. En primer lugar, China pudo reducir su consumo energético por unidad del PBI en 1,79%, 4,04% y 4,59% respectivamente para 2006, 2007 y 2008, lo que sugiere claramente la perspectiva de alcanzar el objetivo del 20% para 2010.
En segundo lugar, entre 2006 y 2008, China cerró unidades pequeñas de generación eléctrica termal con una capacidad total instalada de 34,21 GW, redujo progresivamente 60,59 millones de toneladas de capacidad de fabricación de acero atrasada, 43,47 millones de toneladas de capacidad de fundición de hierro y 140 millones de toneladas de capacidad de producción de cemento. Todas estas medidas redujeron la contaminación considerablemente.
En tercer lugar, entre 2000 y 2008, China aumentó su capacidad de generación de energía eólica de 340 MW a 10GW, de energía hidráulica de 79,35GW a 163GW y de energía nuclear de 2,1GW a 9,1G.W. También ha hecho grandes esfuerzos para reducir las emisiones de gases de tipo invernadero, agrícolas y rurales. De hecho, para fines de 2007, más de 26,5 millones de hogares rurales utilizaban digestores de biogás hogareños, evitando así 44 millones de toneladas de emisiones de CO2.
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En cuarto lugar, China aumentó sus reservorios de carbono al promover la reforestación. La tasa de cobertura forestal de China aumentó del 12% a principios de los años 1980 al 18,21% hoy.
Para este año, China completará la formulación de programas provinciales para el cambio climático en todo el país, promoviendo la implementación efectiva del Programa Nacional sobre Cambio Climático .
Asimismo, en el paquete de estímulo económico de China, se asignaron 210.000 millones de yuanes a proyectos de conservación energética, reducción de agentes contaminantes y protección del ecosistema, 370.000 millones de yuanes al ajuste estructural económico y a la renovación tecnológica, y 400.000 millones de yuanes a nuevas viviendas eficientes en el consumo de energía, ya que utilizarán materiales que no son nocivos para el medio ambiente. Además, se utilizarán 370.000 millones de yuanes para mejorar los estándares de vida rurales de una manera ambientalmente sólida y sostenible.
China está haciendo enormes esfuerzos para combatir el cambio climático a pesar del hecho de que sigue siendo un país en desarrollo de bajos ingresos con un PBI per capita de apenas 3.000 dólares aproximadamente. Por cierto, según los patrones de las Naciones Unidas, China todavía tiene 150 millones de personas que viven en la pobreza. China no tiene otra opción que favorecer el desarrollo sustentable para poder satisfacer las necesidades básicas de su pueblo y erradicar la pobreza. En este proceso, se garantiza al mundo que China hará todos los esfuerzos para hacer frente al cambio climático.
La comunidad internacional tiene grandes expectativas de que se alcance un resultado positivo en Copenhague. Según la visión de China, la clave para el éxito en Copenhague reside en llevar a cabo la implementación plena, efectiva y sostenida de la Convención y su Protocolo de Kyoto (PK). Los países desarrollados que participan en el PK, colectivamente, deben reducir sus emisiones de gases de tipo invernadero en por lo menos 25-40% por debajo de su nivel de 1990 para 2020.
En el caso de los países desarrollados que no integran el PK, deberían asumir compromisos comparables con objetivos cuantificados de reducción de las emisiones. Los países desarrollados también deberían cumplir con sus obligaciones planteadas por la Convención de proporcionar respaldo financiero y transferencia de tecnología de modo de permitir que los países en desarrollo hagan frente de manera efectiva al cambio climático.
Por otra parte, deberían establecerse mecanismos apropiados y acuerdos institucionales para la adaptación, el respaldo financiero y la transferencia de tecnología. Los países en desarrollo, en el contexto de un desarrollo sostenible y con un respaldo mensurable, declarable y verificable en términos de financiamiento, tecnología e incremento de la capacidad, deberían emprender acciones de mitigación apropiadas a nivel nacional.
La crisis financiera global, sin lugar a duda, ha exacerbado el desafío del cambio climático. Pero como el cambio climático es un desafío más serio y de mucho mayor alcance, el mundo no debe vacilar en su determinación y compromiso de resolverlo. De hecho, la crisis financiera internacional, si se la resuelve correctamente, también debe transformarse en una oportunidad para alcanzar una solución positiva tanto para la protección del clima como para el desarrollo económico.
Con un profundo sentido de la responsabilidad por su propio pueblo y por toda la raza humana, China continuará implementando políticas y medidas proactivas para hacer frente al cambio climático, así como realizando esfuerzos incesantes para la protección del sistema de la Tierra.