US President-elect Joe Biden may have promised a “return to normalcy,” but the truth is that there is no going back. The world is changing in fundamental ways, and the actions the world takes in the next few years will be critical to lay the groundwork for a sustainable, secure, and prosperous future.
For more than 25 years, Project Syndicate has been guided by a simple credo: All people deserve access to a broad range of views by the world’s foremost leaders and thinkers on the issues, events, and forces shaping their lives. At a time of unprecedented uncertainty, that mission is more important than ever – and we remain committed to fulfilling it.
But there is no doubt that we, like so many other media organizations nowadays, are under growing strain. If you are in a position to support us, please subscribe now.
As a subscriber, you will enjoy unlimited access to our On Point suite of long reads and book reviews, Say More contributor interviews, The Year Ahead magazine, the full PS archive, and much more. You will also directly support our mission of delivering the highest-quality commentary on the world's most pressing issues to as wide an audience as possible.
By helping us to build a truly open world of ideas, every PS subscriber makes a real difference. Thank you.
BEIJING – China y los Estados Unidos, las dos mayores economías del mundo, se encuentran en una guerra comercial abierta y lo que el Presidente estadounidense Donald Trump esperaba que fuese un ataque relámpago parece haberse convertido en una guerra de trincheras. Muchos temen que sea solo el comienzo de un prolongado conflicto en que se acaben usando armas (y causando víctimas) y se vaya mucho más allá del ámbito del comercio.
Desde que China se uniera a la Organización Mundial de Comercio en 2001, Estados Unidos ha objetado su enorme superávit de cuenta corriente y el renminbi subvaluado, pero en los últimos diez años ese superávit prácticamente ha desaparecido y el valor del renminbi ha aumentado. Ahora EE.UU. ha pasado a prestar atención a la inadecuada protección por parte de China de los derechos de propiedad intelectual y su política de apropiarse de tecnologías extranjeras a cambio del acceso a su mercado.
Sin embargo, desde el punto de vista de China, Estados Unidos en realidad está reaccionando no solo a las características específicas de su política comercial, sino también a su modelo de desarrollo general y sus aspiraciones de convertirse en un actor global importante, aspiraciones que no carecen de realismo. De hecho, los chinos creen que con su guerra comercial Trump demuestra en la práctica que China se ha convertido en una amenaza real a la hegemonía estadounidense.
We hope you're enjoying Project Syndicate.
To continue reading, subscribe now.
Subscribe
orRegister for FREE to access two premium articles per month.
Register
Already have an account? Log in