GINEBRA – Todos sabemos cuán nocivo es el tabaco, que mata a millones de personas cada año y que perjudica a muchas más. También sabemos que las empresas tabacaleras han mentido sistemáticamente sobre el daño que causan sus productos.
Sin embargo, actualmente incluso las grandes tabacaleras (“Big Tobacco” en inglés) se han visto obligadas a exponer públicamente los hechos. Después de perder una serie de recursos contra una sentencia del tribunal federal de Estados Unidos de 2006, cuatro compañías han sido obligadas a revelar la verdad oculta tras años de mercadeo engañoso, mediante la publicación de anuncios que contienen “declaraciones rectificativas” en los periódicos estadounidenses y en la televisión. Estas declaraciones públicas reconocen que las empresas –Philip Morris USA, RJ Reynolds Tobacco, Lorillard y Altria– sabían acerca del daño que ocasionaban sus productos, pero siguieron vendiéndolos de todas formas.
Y los tribunales no son los únicos que están tomando medidas contra la industria tabacalera. La reciente decisión del banco francés BNP Paribas de dejar de financiar e invertir en empresas de tabaco (incluidos productores, mayoristas y comerciantes) es solo la última muestra de que finalmente la salud pública se está poniendo por delante de los intereses comerciales.
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Antara Haldar
advocates a radical rethink of development, explains what went right at the recent AI Safety Summit, highlights the economics discipline’s shortcomings, and more.
The prevailing narrative that frames Israel as a colonial power suppressing Palestinians’ struggle for statehood grossly oversimplifies a complicated conflict and inadvertently vindicates the region’s most oppressive regimes. Achieving a durable, lasting peace requires moving beyond such facile analogies.
rejects the facile moralism of those who view the ongoing war through the narrow lens of decolonization.
The far-right populist Geert Wilders’ election victory in the Netherlands reflects the same sentiment that powered Brexit and Donald Trump’s candidacy in 2016. But such outcomes could not happen without the cynicism displayed over the past few decades by traditional conservative parties.
shows what Geert Wilders has in common with other ultra-nationalist politicians, past and present.
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GINEBRA – Todos sabemos cuán nocivo es el tabaco, que mata a millones de personas cada año y que perjudica a muchas más. También sabemos que las empresas tabacaleras han mentido sistemáticamente sobre el daño que causan sus productos.
Sin embargo, actualmente incluso las grandes tabacaleras (“Big Tobacco” en inglés) se han visto obligadas a exponer públicamente los hechos. Después de perder una serie de recursos contra una sentencia del tribunal federal de Estados Unidos de 2006, cuatro compañías han sido obligadas a revelar la verdad oculta tras años de mercadeo engañoso, mediante la publicación de anuncios que contienen “declaraciones rectificativas” en los periódicos estadounidenses y en la televisión. Estas declaraciones públicas reconocen que las empresas –Philip Morris USA, RJ Reynolds Tobacco, Lorillard y Altria– sabían acerca del daño que ocasionaban sus productos, pero siguieron vendiéndolos de todas formas.
Y los tribunales no son los únicos que están tomando medidas contra la industria tabacalera. La reciente decisión del banco francés BNP Paribas de dejar de financiar e invertir en empresas de tabaco (incluidos productores, mayoristas y comerciantes) es solo la última muestra de que finalmente la salud pública se está poniendo por delante de los intereses comerciales.
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