SANTIAGO – En los años '80, el difunto profesor Rüdiger Dornbusch del MIT solía decir a sus estudiantes que existían cuatro tipos de países: los ricos, los pobres, Japón y Argentina. Hoy, ya no se teme que Japón llegue a dominar el mundo. Sin embargo, el mundo nuevamente vuelve a preocuparse de Argentina.
El país acaba de sufrir otro ataque clásico a su moneda. El 24 de abril, el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a diez años plazo superó el 3% por primera vez desde 2014. Ese mismo día, los inversionistas empezaron a deshacerse de los pesos argentinos y a buscar la seguridad de un dólar en alza. Para estabilizar su moneda a un tipo de cambio muy depreciado, Argentina tuvo que elevar las tasas de interés al 40% y pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional.
Después de toda esta tormenta, los mercados llevan dos semanas en calma. Este es el momento de preguntarse qué fue lo que falló, y qué es lo que el país puede –y debe– hacer para evitar que regrese la inestabilidad.
SANTIAGO – En los años '80, el difunto profesor Rüdiger Dornbusch del MIT solía decir a sus estudiantes que existían cuatro tipos de países: los ricos, los pobres, Japón y Argentina. Hoy, ya no se teme que Japón llegue a dominar el mundo. Sin embargo, el mundo nuevamente vuelve a preocuparse de Argentina.
El país acaba de sufrir otro ataque clásico a su moneda. El 24 de abril, el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a diez años plazo superó el 3% por primera vez desde 2014. Ese mismo día, los inversionistas empezaron a deshacerse de los pesos argentinos y a buscar la seguridad de un dólar en alza. Para estabilizar su moneda a un tipo de cambio muy depreciado, Argentina tuvo que elevar las tasas de interés al 40% y pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional.
Después de toda esta tormenta, los mercados llevan dos semanas en calma. Este es el momento de preguntarse qué fue lo que falló, y qué es lo que el país puede –y debe– hacer para evitar que regrese la inestabilidad.