Delong199_Drew Angerer_Getty Images Drew Angerer/Getty Images

Estados Unidos, el perdedor

BERKELEY – Catherine Rampell de The Washington Post recientemente recordó que cuando el presidente norteamericano, Donald Trump, llevó a cabo una sesión para ejecutivos y representantes sindicales de Harley-Davidson en la Casa Blanca en febrero de 2017, les agradeció “por fabricar cosas en Estados Unidos”. Trump luego predijo que la icónica compañía de motocicletas norteamericana se expandiría bajo su mandato. “Sé que a vuestro negocio hoy le está yendo muy bien”, observó, “y existe un fuerte espíritu hoy en el país de que no les estaba yendo tan bien en los últimos meses como les está yendo hoy”.

Cómo pueden cambiar las cosas en un año. Harley-Davidson hace poco anunció que trasladaría parte de sus operaciones a jurisdicciones que no se vean afectadas por las medidas que adoptó la Unión Europea en represalia por los aranceles de Trump al acero y al aluminio importados. Trump entonces recurrió a Twitter para decir que estaba “sorprendido de que Harley-Davidson, entre todas las empresas, fuera la primera en agitar la bandera blanca”. Luego hizo una promesa imposible de cumplir: “… en definitiva no pagarán aranceles si venden en la UE”.

Más tarde, en un tuit posterior, Trump declaró, erróneamente, que “a principios de este año Harley-Davidson dijo que trasladarían gran parte de sus operaciones de planta en Kansas City a Tailandia” y que “estaban simplemente utilizando los aranceles y la guerra comercial como excusa”. En verdad, cuando la compañía anunció el cierre de su planta en Kansas City, Misuri, dijo que trasladaría esas operaciones a York, Pennsylvania. Como sea, el argumento de Trump carece de sentido. Si las empresas están tomando medidas en anticipación a su propio anuncio de que está lanzando una guerra comercial, entonces su guerra comercial no es sólo una excusa.

https://prosyn.org/cNROW1yes