trump xi jinping shake hands JIM WATSON/AFP/Getty Images

Estados Unidos debe enfrentar la realidad sobre China

BEIJING – El acuerdo en Buenos Aires el pasado mes de diciembre entre el presidente norteamericano, Donald Trump, y su par chino, Xi Jinping, llevó a muchos a suponer que la guerra comercial de los dos países pronto habría terminado. Si bien ese optimismo es injustificado, también lo son los temores de una crisis económica global causada por una ruptura de las relaciones entre Estados Unidos y China.

Las frecuentes escaramuzas bilaterales sin duda continuarán, como vimos con el arresto a comienzos de diciembre de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou. Pero a pesar de toda la rivalidad económica y el desacuerdo político entre Estados Unidos y China, un desenlace catastrófico es improbable, siempre que Estados Unidos enfrente la realidad de tres maneras.  

Para empezar, los responsables de las políticas en Estados Unidos tienen que aceptar el “nuevo normal” de una China que hace alarde del mayor PIB del mundo (en términos de paridad de poder adquisitivo). De la misma manera que Estados Unidos fue la economía más grande en el siglo XX, China lo será en el siglo XXI. Pero, en cualquier escenario, Estados Unidos por supuesto seguirá siendo una potencia económica importante.

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