the league supporters italy Emanuele Cremaschi/Getty Images

¿El populismo de los pensionados llegó para quedarse?

MILÁN – El populismo de derecha que ha surgido en muchas democracias occidentales en los últimos años podría terminar siendo mucho más que un incidente en el paisaje político. Más allá de la Gran Recesión y de la crisis migratoria, que crearon un campo fértil para los partidos populistas, el envejecimiento de la población de Occidente seguirá alterando la dinámica del poder político en favor de los populistas.

Resulta ser que los votantes de más edad son bastante simpatizantes de los movimientos nacionalistas. Los británicos de más edad votaron desproporcionadamente a favor de abandonar la Unión Europea, mientras que los norteamericanos de más edad le entregaron la presidencia de Estados Unidos a Donald Trump. Ni el partido Ley y Justicia (PiS) en Polonia ni Fidesz en Hungría estarían en el poder sin el respaldo entusiasta de la gente mayor. Y, en Italia, la Liga ha triunfado en gran medida al explotar el descontento de la gente de edad avanzada en el norte de Italia. Entre los populistas de hoy, sólo Marine Le Pen de Reagrupación Nacional de Francia (anteriormente el Frente Nacional) –y posiblemente Jair Bolsonaro en Brasil- tiene una base de votantes más jóvenes.

La próxima primavera, este patrón de votación relacionado a la edad podría decidir el resultado de la elección del Parlamento Europeo. Según estudios recientes, los europeos de más edad –especialmente los que tienen un menor nivel de educación- sospechan más del proyecto europeo y confían menos en el Parlamento Europeo que los europeos más jóvenes. Esto es sorprendente, porque las generaciones de más edad deberían tener más frescos los recuerdos de la Segunda Guerra Mundial y su legado. Sin embargo, su escepticismo frente a las instituciones democráticas de la UE puede explicar su inclinación por líderes autoritarios.

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