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La cobertura de salud no debe ignorar a los adultos mayores de África

DAR ES SALAAM –  Mi abuela tiene 76 años, y mi abuelo 83. Ambos, han vivido y viven una vida fructífera, ellos cultivan la tierra y pastean ganado en una aldea remota en las colinas del suroeste de Uganda. Pero, cada vez que pienso en ellos, me causa mayor asombro su buena salud que su arduo trabajo.

Debido a la lejanía de su comunidad, cada vez que mis abuelos necesitan atención médica, deben viajar 25 millas al hospital más cercano en motocicletas conocidas como boda-bodas, deben pagar alrededor de 50,000 chelines ugandeses (alrededor de $13) por el viaje de ida y vuelta. Luego, debido a que recientemente fueron retirados de su plan de seguro de salud por causa de su edad; por lo que deben sacar dinero de donde sea para pagar la factura del tratamiento médico. En otras palabras, para mis abuelos – y para muchos africanos de la tercera edad – una visita al médico es onerosa, costosa y extremadamente rara.

El acceso a la atención médica es una obsesión para los expertos en desarrollo internacional. En el mes de mayo, en la Asamblea Mundial de la Salud de la Organización Mundial de la Salud, funcionarios de docenas de países discutieron sobre cómo lograr la cobertura universal de saluda través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Incluso en dicho momento, la mayor parte de la atención se centró en las madres, los recién nacidos y los niños; las poblaciones de adultos mayores en los países en desarrollo fueron ignoradas en gran medida. Si no se aborda esta omisión, una parte cada vez mayor de la población sería dejada sin acceso a atención médica asequible.

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