TEHERÁN – El Presidente Hasán Rouhaní marcó recientemente el final de este primer año en su cargo no sólo con sonrisas, sino también con más pruebas de sus gestiones con miras a la reforma interior y la reorientación geoestratégica. En el caso del Irán, esos dos imperativos han ido a la par durante mucho tiempo.
Rouhaní dice ahora que el Irán estaría dispuesto a colaborar con los Estados Unidos en el Iraq. La terrible amenaza –tanto para los intereses iraníes como para los de los EE.UU – que representa el Estado Islámico (antes, Estado islámico del Iraq y Siria) ha aproximado, evidentemente, a los dos países. En los días posteriores al aniversario de la elección de Rouhaní, el ministro de Asuntos Exteriores del Irán, Mohammad Javad Zarif, venció su anterior reserva y expresó optimismo sobre la consecución de un acuerdo internacional sobre el programa nuclear de su país en el plazo original del 20 de julio, a más tardar.
Si se puede lograr la aproximación a Occidente, la retirada de las sanciones internacionales debidas al programa nuclear daría un enorme impulso a la política económica de Rouhaní y en eso es en lo que éste ha invertido gran parte de su energía y capital político.
TEHERÁN – El Presidente Hasán Rouhaní marcó recientemente el final de este primer año en su cargo no sólo con sonrisas, sino también con más pruebas de sus gestiones con miras a la reforma interior y la reorientación geoestratégica. En el caso del Irán, esos dos imperativos han ido a la par durante mucho tiempo.
Rouhaní dice ahora que el Irán estaría dispuesto a colaborar con los Estados Unidos en el Iraq. La terrible amenaza –tanto para los intereses iraníes como para los de los EE.UU – que representa el Estado Islámico (antes, Estado islámico del Iraq y Siria) ha aproximado, evidentemente, a los dos países. En los días posteriores al aniversario de la elección de Rouhaní, el ministro de Asuntos Exteriores del Irán, Mohammad Javad Zarif, venció su anterior reserva y expresó optimismo sobre la consecución de un acuerdo internacional sobre el programa nuclear de su país en el plazo original del 20 de julio, a más tardar.
Si se puede lograr la aproximación a Occidente, la retirada de las sanciones internacionales debidas al programa nuclear daría un enorme impulso a la política económica de Rouhaní y en eso es en lo que éste ha invertido gran parte de su energía y capital político.